sábado, 7 de noviembre de 2009

lunes, 6 de julio de 2009

manejo casero del resfriado o la gripe

El resfriado o la gripe se produce por la invasión de un virus al árbol respiratorio, desde la nariz hasta los bronquios, cuando las personas están débiles y más aún si hay enfriamiento.

El cuerpo se defiende mediante congestión y lagrimeo de los ojos, secreciones nasales y estornudos, congestión faríngea, flemas de los bronquios con tos y fiebre. El cuerpo produce la fiebre para hacer más intensos los mecanismos inmunitarios contra el virus.

Para tratar el resfriado y la gripe, para la mejoría más rápida y la prevención de complicaciones se debe apoyar la reacción defensiva del cuerpo con las siguientes medidas:

1. Reposo en cama hasta estar un día sin fiebre.
2. Tomar líquidos incluido jugos de cítricos que contienen vitamina C.
3. Anotar la Temperatura por la mañana y por la noche, a la misma hora, para detectar complicaciones.

Hora mañana tarde
Día 1


Día 2


Día 3


Día 4


4. Ojo, sí al 3 día la Temperatura, sin haber usado antitérmicos, en vez de bajar se mantiene alta o sube; es señal de complicación del resfrío o gripe o el cuadro febril corresponde a otra enfermedad.

martes, 23 de junio de 2009

Fiebre en MedlinePlus

En el “MedelinePlus”, un servicio en Internet de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos y los Institutos Nacionales de la Salud, se puede leer en relación al tema Fiebre:
“La fiebre es una parte importante de las defensas del cuerpo contra la infección. Muchos bebés y niños presentan fiebre alta con enfermedades virales menores. Aunque una fiebre sea para nosotros un signo de que se podría estar presentando una batalla en el cuerpo, dicha fiebre está luchando A FAVOR de la persona y no en su contra”.
La mayoría de las bacterias y virus que causan las infecciones en las personas prosperan mejor a 37° C (98.6° F)”.
El daño cerebral generalmente no ocurrirá, a menos que la fiebre sea de más de 42º C (107.6° F). La fiebre sin tratamiento causada por infección rara vez sobrepasa los 40.5º C (105° F), a menos que el niño tenga demasiada ropa o esté atrapado en un lugar caluroso”

domingo, 14 de junio de 2009

Gripe Porcina: la fiebre, un gran antiviral.

Injustamente ha sido combatida la fiebre. El libro de pediatría de Meneghello, el más internacional sobre temas médicos editado por algún chileno, dice en la tercera edición, página 479: “teóricamente la fiebre ni debería bajarse, porque probablemente es ella misma la que autoelimina muchas veces infecciones, sobre todo víricas”. Anteriormente el mismo texto expresa: “... para el médico, la fiebre es en primer lugar una voz de alerta de la existencia de enfermedad….. señal de buen pronóstico en muchas enfermedades y seguramente real agente terapéutico en otras. No se ha podido demostrar que la fiebre aún alta, sea capaz de dañar ningún tejido”.

En un artículo de la Revista de Pediatría Norteamericana (Kluger M.., I. Pediatrics, 1980,66:720-724) se plantea que en la fiebre "muchos componentes de las respuestas inespecíficas del huésped a la infeción tales como la movilidad leucocitaria, transformación del linfocito y efectos del interferón, parecen estar relacionadas con la elevación de temperatura que corresponde a la fiebre moderada" y anteriormente dice que "estudios con animales infectados con bacterias y virus han demostrado, que las fiebres moderadas elevan las tasas de sobrevida".

Para los autores anteriores, la fiebre no sería un enemigo, sino un estimulador de las defensas. Por lo demás con sus calofríos el organismo hace un gran esfuerzo para producirla. Sin embargo algunos la combaten porque, supuestamente, quieren evitar la convulsión febril; pero citando de nuevo a Meneghello leemos que "la fiebre es capaz de dar-sobre todo en el ascenso inicial-, convulsiones simples en los niños susceptibles a ellas, pero las convulsiones simples no son peligrosas, sencillamente porque, por definición, son fugaces y además no es usual que se repitan en la misma enfermedad". Si las convulsiones febriles se producen sobre todo en el ascenso inicial no tendría sentido bajar la fiebre para que no se produzca la convulsión, si la fiebre está alta, la convulsión no se produjo y, si se baja, corremos el riesgo de que vuelva a subir y allí sí tener una convulsión.

A los datos bibliográficos debemos agregar, en defensa de la fiebre, una reflexión de sentido común y que las madres entienden con toda facilidad. El paciente con fiebre sufre un decaimiento y en el caso del niño éste busca espontáneamente el reposo, incluso en cama, lo cual es un hecho favorable para la enfermedad; si bajamos la fiebre provocamos una falsa sensación de mejoría y de bienestar, ilusoria pues el antipirético no es enemigo de virus sino, según Kluger, amigo del virus, y el paciente tiende a estar levantado y si es niño a salir al patio para cansarse, mojarse o asolearse, corriendo así el riesgos de presentar una complicación bacteriana como es la bronconeumonia. La fiebre peligrosa o Hipertemia,(sobre 41,5º), se da sólo en niños deshidratados que no tienen agua para eliminar calor mediante la sudoración.

La conducta ante la fiebre debiera ser de respeto y hidratación; en el caso de malestar, ventilar y ayudar a bajar un poquito el calor aplicando en la piel compresas con agua ‘deshumedecida’ como decian nuestras abuelas.

En clínica médica siempre se ha considerado prudente respetar el signo temperatura para poder observar la evolución de la enfermedad. En el caso de la fiebre de los resfrios y gripes esto es aún más importante, pues en el curso de esa enfermedad la temperatura tenderá a descender espontáneamente, si la evolución es normal; un curso descendente interrumpido por una alza es una señal importante de la aparición de una complicación bacteriana, como es la neumonia y que requiere un cambio de conducta. Si estamos usando antipiréticos, perdemos un signo que anuncia una complicación.

Entonces, si todo es tan claro, porque los médicos bajan la fiebre. En mi opinión por dejarnos llevar por la cultura hedonistica que considera el dolor como el mal, cuando sólo es una reacción frente a él; apagar la reacción, facilita el avance del agresor y hoy dia, nada menos que un nuevo virus amenaza, el de la gripe porcina, el H1N1; lleva ya decenas de muertos…. ¿no será por bajar la fiebre?.

Y que hacer con el malestar de la gripe dirán muchos hedonísticos. Hace años tuve una gripe influenza, el dolor desaparecio sin tomar ningún analgésico, despues de los calofrios me quede dormido por 4 días, despertaba a ratos para tomar limonada o algún caldito y seguia durmiendo. Al quinto dia me levanté habiendo bajado más de 2 kilos y haberme sentido la nada misma, experiencia religiosa que vale la pena vivir cada cada cierto tiempo. En otra ocasión, la gripe de un hermano seguidor de Epicureo, me obligó a indicarle un analgésico que no baja la fiebre, el tramadol, para asi seguir el consejo del filosofo referido quien proclama: el "límite de la grandeza de los placeres es la eliminación de todo dolor…”; si usted pertenece a esa escuela espiritual, busquese un médico amigo para la formulación de dicho fármaco.



Miguel Angel Solar Silva

sábado, 25 de abril de 2009

fiebre en el pediatrics

Mathew J. Kluger, PhD

En PEDIATRICS Vol 66 Nro. 5 Noviembre de 1980

Traducción y resumen: O. Fernández.


RESUMEN, La Fiebre o regulación en un nivel más elevado de la temperatura corporal, es una respuesta común a la infección entre los vertebrados. Los mamíferos y aves cuentan con mecanismos tanto fisiológicos como de adaptación conductual para elevar la temperatura de su cuerpo a este nuevo nivel de termorregulación durante la infección. Los vertebrados inferiores tales como los reptiles y peces cuentan fundamentalmente con mecanismos de adaptación conductual para elevar la temperatura corporal. Por ejemplo, el lagarto febril pasa largos períodos junto a una fuente calórica para conseguir esta elevación. La fiebre parece ser inducida por una variedad de agentes tales como virus, bacterias, hongos. Estos inductores de fiebre generan diversos tipos de fagocitos productores de una o varias proteínas termolábiles o pirógeno endógeno. A esta sustancia se responsabiliza en último término de la elevación del umbral en el centro termorregulador. Durante los últimos años se ha acumulado una evidencia considerable en el sentido de que elevaciones moderadas en la temperatura corporal son beneficiosas para el huésped infectado. Estudios con animales infectados con bacterias o virus han demostrado que la fiebre moderada eleva la tasa de sobrevida. Muchos componentes de las respuestas inespecíficas del huésped a la infección tales como la movilidad leucocitaria, transformación de los lifocitos y efectos del interferón parecen estar relacionadas con la elevación térmica que corresponde a la fiebre moderada. Además alguna evidencia indica que la fiebre en conjunto con los cambios en el nivel plasmático de Hierro que se sabe ocurren durante la infección, actúa como respuesta sinérgica defensivo del huésped. Es necesario realizar mayor investigación para determinar a qué enfermedades específicas una fiebre moderada puede resultar beneficiosa, indiferente o dañina para el huésped infectado.

Sin la ayuda de sofisticados aparatos para medir la temperatura corporal, sabios de la antigüedad como Hipócrates estaban enterados de algún modo que la fiebre era una respuesta del cuerpo a la infección, más que un subproducto pasivo de la enfermedad. Pero no fue sino hasta fines del Siglo XIX que esta noción de la fiebre como una respuesta activa fue examinada en forma experimental en nuestros días. Liebermeister, un médico alemán, demostró que si sus pacientes febriles eran enfriados o calentados en baños, volvían luego al nivel inicial febril que presentaban y por lo tanto concluyó que este nivel elevado de temperatura marcado por la fiebre, correspondía un nivel de temperatura “regulado” por el cuerpo. De este modo, la fiebre podría ser diferenciada de las elevaciones de temperatura de tipo pasivo como las que ocurren durante la exposición a un ambiente calefaccionado o durante un arduo trabajo físico. En posteriores estudios se demostró que los organismos febriles (mamíferos), seleccionan intencionalmente ambientes más cálidos, por ejemplo saltando obstáculos que los separen del calor. Estos datos demostraban que el animal febril “sentía frío y por lo tanto nivelaban su “termostato elevado” alzando activamente su temperatura corporal.

En la década pasada se ha acumulado evidencia adicional respecto a mamíferos, aves, reptiles anfibios y peces. Tanto aves como mamíferos son homotermos, es decir, son capaces de producir internamente cantidades importantes de calor. De este modo, en estado febril aumentan esta producción interna de calor básicamente por contracción muscular para elevar su temperatura. A esto se agregan otras respuestas fisiológicas como la vasoconstricción periférica y mecanismos conductuales de adaptación. Lo sorprendente es que los animales poiquilotermos como reptiles, anfibios y peces que dependen de fuentes externas de calor, también regulan su temperatura en niveles más elevados en estado febril. Ellos se comportan activamente por ejemplo moviéndose entre el sol y la sombra o adoptando sutiles cambios posturales para elevar o subir su temperatura en su hábitat naturales. En este sentido hemos demostrado en nuestro laboratorio que la inyección de agentes infecciosos en lagartos o peces trae como consecuencia la elección por ellos de un microclima más cálido.

Independiente de que la fiebre sea gatillada por bacterias, virus u hongos, todos ellos parecen desencadenar la producción de un mediador llamado Pirógeno Endógeno (EP), el que es liberado por muchos tipos de células fagocíticas activas inmunológicamente. En el caso de las infecciones bacterianas parece ser que es el contacto directo de estas células con la bacteria lo que produce la liberación de EP.

En la circulación, el EP, que tal vez produce ciertos intermediarios, parece actuar preferentemente sobre el Hipotálamo Anterior que sería la zona más sensible al EP.

De todas las sustancias sugeridas como intermediarios entre EP y el cambio del umbral termorregulador el más atractivo es la Prostaglandina E 1 . Cuando esta sustancia es inyectada en el Hipotálamos anterior de muchas especies, se desarrolla fiebre después de una corta latencia. Además muchas drogas antipiréticas (que se sabe que atenúan la fiebre a nivel del Hipotálamo Anterior), son potentes inhibidores de Prostaglandinas.

Menos se sabe de los factores responsables del retorno de la temperatura a un nivel normal tras el episodio febril. Algunos datos apuntan hacia el rol que tendrían los riñones en remover el EP de la circulación. Sin embargo esto no explica que causa la naturaleza cíclica observada en muchas fiebres, o que limita la magnitud de ésta en la mayoría de los casos bajo los 41ºC.

FIEBRE EN EL RECIÉN NACIDO

En respuesta a agentes infecciosos, el RN desarrolla a menudo fiebres moderadas o permanece afebril. Esta respuesta puede ser en parte atribuida a la pobre capacidad de termorregulación del RN, especialmente aquellos inmaduros. Sin embargo, aún en los RN de aquellos animales que pueden regular su temperatura corporal ante exposición al frío, a menudo hay una respuesta febril disminuida. Los estudios realizados en mamíferos demuestran que esto se se podría deber a una relativa insensibilidad del Hipotálamo al EP.

En una serie de fascinantes publicaciones Kasting y cols han demostrado que aproximadamente 4 días antes del termino del embarazo, la oveja pierde progresivamente sus capacidad de desarrollar fiebre en respuesta a endotoxinas bacterianas. Esto se prolonga hasta las 5 horas después del parto, pero la sensibilidad al EP se recupera a las 32 después del parto. Los autores postulan que esto se puede deber a la producción en el Hipotálamo anterior de vasopresina que actuaría como un antipirético endógeno, limitando la presentación de fiebre en los RN.


ROL DE LA FIEBRE EN LA ENFERMEDAD

Ya está dicho que los antiguos griegos consideraban la fiebre como una respuesta activa del huésped a la infección y que ella jugaba un rol beneficioso para él. Esta creencia persistió por 2000 años. Fue hacia la mitad del Siglo XIX, poco después que las drogas antipiréticas comenzaron a ser comercializadas, que la creencia en el rol beneficioso de la fiebre comenzó a cambiar. Durante la década pasada esta idea comienza revertirse a partir de evidencia experimental que apoya la creencia de los griegos. Parte importante de estos argumentos descansan en los estudios comparativos.

La larga historia de la evolución por si sola apoya la hipótesis de que la fiebre es un mecanismo adaptativo del huésped en respuesta a la infección. Si se considera que cada grado centígrado de elevación de la temperatura corporal significa un aumento del 7% del gasto energético corporal, tomando en cuenta sólo el efecto de esta elevación térmica en las reacciones bioquímicas, resulta impensable que un proceso tan costoso desde el punto de vista energético haya persistido a lo largo de cientos de millones de años y en tan diversos grupos de seres vivos, sin no representase una ventaja de tipo selectivo.

La aproximación comparativa ha permitido también una comprensión más adecuada sobre el rol de la fiebre, aportando modelos animales más adecuados para investigar este problema. En animales poiquilotermos infectados por bacterias gramnegativos se ha demostrado que el aumento de la tasa de sobrevida. Para estos efectos, los RN de homotermos (mamíferos y aves), pueden ser considerados como poiquilotermos dada su poca capacidad de regular su temperatura corporal. Experimento con RN de ratas, cerdos y perros, han demostrado que al ser expuestos a una variedad de virus, moderadas elevaciones de la temperatura corporal resultan ser beneficiosas. Por ejemplo, experimentos en que se inoculó Herpes virus a 2 grupos de RN de perros, uno mantenido en un ambiente frío y otro en un ambiente más cálido demostraron que; la temperatura rectal de los que estaban en un ambiente más cálido mantenían temperaturas rectales similares a las de perros adultos y que este mismo grupo, al continuar las inoculaciones de Herpesvirus sobrevivían 9 días o más mientras que el primer grupo, con temperaturas rectales más bajas no sobrevivió más de 8 días. En conejos adultos se ha estudiado la sobrevida ante la infección de Pasteurella multocida y ante la administración de Salicilato de Sodio como antipirético en la mitad de ellos. El resultado fue una mortandad del 100% en el grupo que recibió Salicilato de Sodio, contra un 29 % en el grupo que desarrolló fiebre.


MECANISMOS TRAS EL VALOR ADAPTATIVO DE LA FIEBRE

El aumento de temperatura corporal parece formar parte de una línea defensiva del organismo que a su vez favorece o se relaciona con otros fenómenos como movilidad leucocitaria, actividad bactericida de los leucocitos, transformación linfocitaria, diminución de la estabilidad lisosómica. Además de lo señalado, se ha demostrado que el aumento de la temperatura corporal y la baja de hierro plasmático que sigue a la mayoría de las infecciones, actúa sinérgicamente en defensa del huésped. Se ha ha demostrado que bacterias patógenas se desarrollan con niveles disminuidos de hierro plasmático, solo si la temperatura es baja.

La liberación del EP debería ser probablemente una de las primeras lineas de defensa del huésped contra la infección, gatillando una gama de respuestas de defensa inespecífica. Como conclusión de lo anterior, en lugar de suministrar suplementos de hierro o drogas antipiréticas al huésped, una conducta racional ante algunas enfermedades infecciosas debería tender a optimizar (dentro de límites seguros) los cambios que el EP induce. Debido a que la fiebre se ha mantenido en muchos tipos de vertebrados este solo hecho debería bastar para considerarla, en promedio, un fenómeno adaptativo, esto es, que la fiebre debe representar a la postre un beneficio para el huésped. Lógicamente se necesita mayor trabajo de laboratorio para determinar los efectos que cambios sutiles de temperatura tienen en el pronóstico de enfermedades específicas.

domingo, 5 de abril de 2009

DEFENSA DE LA FIEBRE, LA FLEMA Y LA TOS



Las complicaciones derivadas de las virosis respiratorias es el primer motivo de consulta externa. Por eso, un buen manejo casero del cuadro es una meta importante para la Atención Primaria.

¿Cuál es el problema? No se pueden suprimir las virosis respiratorias (VR), pero si evitar que se compliquen.

La virosis respiratoria y sus complicaciones son la enfermedad más común, después de la caries y es el primer motivo de consulta interna, la segunda causa de hospitalización en lactantes y la segunda causa de mortalidad en lactantes y preescolares (Meneghello, 3ª ed., págs. 714 - 715). El problema de las virosis respiratorias, es evitar que se compliquen; y como la gran mayoría evoluciona en el medio familiar sometidas al manejo del sistema de medicina casera, allí se debe intervenir.

La virosis respiratoria es una enfermedad que no depende de condiciones ambientales, el número de episodios anuales por niños es más o menos igual en sociedades desarrolladas y no desarrolladas, y más aún, a más hábitos urbano, como son los jardines infantiles, aumenta la frecuencia; no es prevenible con vacunas, su evolución en su gran mayoría es autolimitada y benigna. Debido a lo anterior, lo único que se puede hacer es manejarlas de tal modo que no se compliquen; ese es el problema.


Fundamentos fisopatológicos clínicos de la conducta adecuada.

La virosis respiratoria se caracteriza por un complejo sintomático que representa la reacción del organismo ante la infección viral y cuyo despliegue es la causa de la autolimitación de la infección. Los síntomas muchas veces pueden ser molestos, pero ello no significan que sean inútiles para el fin antiviral y preventor de la complicación bacteriana, sin dejar de reconocer que algunas reacciones puedan modularse para evitar efectos no benéficos. La conducta ante la virosis respiratoria es de apoyo y no antisintomático. Veamos en detalle como apoyar y respetar los síntomas que mejoran.

Las secreciones nasales de la VR, contienen lisozima, IGA, ferritina, leucocitos y macrófagos y por ende limitan al virus, impiden la sobreinfección bacteriana y son eliminadas por el estornudo. Ante el síntoma de romadizo, sólo cabría ayudar a la evacuación de las secreciones (si no hubiese estornudo), mediante la extracción de las mucosidades ablandadas con suero salino casero, extracción de moco con sonada externa o perita. La obstrucción nasal y la consiguiente respiración bucal lleva aire no filtrado a los bronquios irritándolos o contaminándolos. El uso de descongestionantes o antihistamínicos, locales o sintomáticos, estaría contraindicado y más bien contribuiría a la complicación de la VR por disminuir las defensas, al disminuir las secreciones.



La congestión faríngea y amigdaliana es una reacción inflamatoria de defensa frente a la invación viral. Usar antinflamatorios Asa para combatir la odinofagia sería contraproducente y solo tendría sentido calmar el dolor con medidas locales (hielo, helados, anestesia) o analgésicos no AINE (paracetamoll), sin olvidar que la odinofagia es muchas veces un fenómeno pasajero (horas). El uso de la Penicilina Benzatina para la congestión faríngea se ha extendido al ámbito de la automedicación como una imitación de su uso en la consulta de APS; ello no tendría indicación lógica, salvo por la duda de amigdalitis estreptocósica, indicación dudosa, más aún en el menor de 6 años, donde generalmente se usa, ya que este grupo etareo casi no tiene fiebre reumática. El uso excesivo de PBZ para cuadros virales ha creado un nuevo cuadro en la consulta de Atención Primaria, la neumonía a medio tratar con Penicilina a sub-dosis.

La laringitis viral es un cuadro que en su gran mayoría sólo presenta estridor (Grado1) y que solo debería ser tratada con vapor y no tiene indicación de esteroides. Las laringitis con tiraje y signología más grave por la obstrucción laríngea tendrían indicación de hospitalización y esto lo debería saber la madre, ya que es ella la que generalmente debe tomar la decisión de salir de madrugada a buscar ayuda en el hospital; en esa sitiación cabe la indicacion de esteroides para evitar el traqueostomía y antibiotico-terapia profiláctica .

La tos es un reflejo protector y auxiliar de la dinámica bronquiomuco-ciliar y en la mayoría de las virosis respiratorias actúan como el mecanismo de evacuación de las secreciones bronquiales, las cuales también tienen lisozima, IgA, leucocitos, macrófagos. Si esto es así, la tos debe respetarse y sólo ayudar mediante la adecuada hidratación para la fluidez de las secreciones; el uso de expectorantes (bromexina) es sólo útil comprobadamente en secreciones ligosas de la bronquitis aguda catarral solo será un placebo (a la acetilcisteina se le acusa de empeorar el asma). Las únicas toses que tendrían tratamiento serían: las de la obstrucción bronquial, casos en los cuales la dinámica bronquial estaría mal modulada por hiperactividad y por ende la B2 agonista tendría plena indicación; y la tos seca no productiva que muchas veces se debe a irritación de la faringe por el aire inspirado por boca y donde la tradición de medicina casera usa miel con limón y donde el médico usa antitusígenos sedantes.

La fiebre ha sido el más combatido de los síntomas de la VR. El libro de Memeghello dice en su página 479 de la tercera edición “teóricamente la fiebre ni debería bajarse, porque probablemente es ella misma la que autoelimina muchas veces infecciones, sobre todo víricas”. Anteriormente el mismo libro dice: (...) para el médico, la fiebre es en primer lugar una voz de alerta de la existencia de enfermedad(...) señal de buen pronóstico en muchas enfermedades y seguramente real agente terapéutico en otras. No se ha podido demostrar que la fiebre aún alta, sea capaz de dañar ningún tejido”.

En un artículo de la Revista de Pediatría Norteamericana (Kluger M.., I. Pediatrics, 1980,66:720-724) se plantea que en la fiebre "muchos componentes de las respuestas inespecíficas del huésped a la infeción tales como la movilidad leucocitaria, transformación del linfocito y efectos del interferón, parecen estar relacionadas con la elevación de temperatura que corresponde a la fiebre moderada" y anteriormente dice que "estudios con animales infectados con bacterias y virus han demostrado, que las fiebres moderadas elevan las tasas de sobrevida".




Para los autores anteriores, la fiebre no sería un enemigo, sino un estimulador de las defensas. Por lo demás con sus calofrios el organismo hace un gran esfuerzo para producirla. Sin embargo algunos la combaten no por considerarla dañina sino porque supuestamente quieren evitar la convulsión febril. Esta última razón sería poco plausible, ya que la convulsión febril afecta a solo un 4 % de los niños entre 6 meses y 5 años y podría ser excesivo tratar al 96% restantes para evitar lo que solo le pasa a un 4%; pero más aún se puede agregar, citando a Meneghello (página 479 de la misma edición): "la fiebre es capaz de dar (sobre todo en el ascenso inicial), convulsiones simples en los niños susceptibles a ellas, pero las convulsiones simples no son peligrosas, sencillamente porque, por definición, son fugaces y además no es usual que se repitan en la misma enfermedad". Si las convulsiones febriles se producen sobre todo en el ascenso inicial no tendría sentido bajar la fiebre para que no se produzca la convulsión, si la fiebre está alta, la convulsión no se produjo, y si se bajó, se corre el riesgo de que vuelva a subir y allí sí tener una nueva convulsión.

A los datos bibliográficos debemos agregar, en defensa de la fiebre, una reflexión de sentido común y que las madres entienden con toda facilidad. El paciente con fiebre sufre un decaimiento y en el caso del niño éste busca espontáneamente el reposo, incluso en cama, lo cual es un hecho favorable para la enfermedad; si bajamos la fiebre provocamos una falsa sensación de mejoría y de bienestar, falsa pues el atipirético no es antiviral, sino - según Kluger - proviral, y el paciente tiende a estar levantado y si es niño a salir al patio, corriendo por ende los riesgos de la complicación bacteriana.

La única razón para bajar la fiebre sería la de disminuir el malestar general que la acompaña, pero citando la misma página 479 del Meneghello, debemos decir: " es bien sabido que los niños toleran en este sentido mucho mejor la fiebre que los adultos y son estos, basados en experiencia personal, quienes reclaman al médico que se le trate la fiebre al niño".

La fiebre peligrosa o Hipertemia (sobre 41,5º) se da sólo en niños deshidratados que no tienen agua para eliminar calor y en los adultos con daño neurológico crónico agudo del centro termo regulador que les impide manejar la fiebre.

La conducta ante la fiebre debiera ser de respeto y hidratación; en el caso de malestar, ventilar y ayudar a transpirar con agua "quitada del hielo" sobre la piel y dejar en lo posible el antitérmico sólo para el caso de dolor, sin olvidar que la ASA se relaciona con el Síndrome de Reye en el caso de las influencias...¿y cuándo conocemos el virus?. En clínica médica siempre se ha considerado prudente respetar el signo temperatura para poder observar la evolución de la enfermedad. En el caso de la fiebre de las virosis respiratoria esto es aún más importante , pues en el curso de la enfermedad la temperatura tenderá a descender espontáneamente, si la evolución es normal; un curso descendente interrumpido por una alza es una señal importante de la aparición de una complicación bacteriana, como es la bronconeumonía, que requiere un cambio de conducta. Si estamos usando antipiréticos, vamos a perder un signo de complicación.

Respetar la fiebre como mecanismo de defensa y signo clave en la observación, bajarla sólo con medidas naturales como la hidratación, la ventilación y los paños húmedos cuando esta moleste, es la conducta adecuada por parte de la familia o el médico general. Lograr la aceptación de esta conducta hace necesario una labor educativa intensa y tal vez la realización de investigaciones clínicas que hagan más nítido la importancia de respetar la fiebre.

jueves, 5 de junio de 2008

Cuidados caseros del resfriado y gripe

MANUAL DE MEDICINA CASERA: EL RESFRIO Y LA GRIPE

Dr. Miguel Angel Solar


¿Cómo es la enfermedad?

El resfrío y la gripe son producidas por un virus. Se reconocen porque la persona se siente más o menos mal, decaído, tiene dolor de cuerpo y cabeza, tiene los ojos rojos con lagrimeo, la nariz más o menos tapada con pérdida de mucosidad clara. Puede dolerle la garganta al tragar saliva y tener ronquera y presentar tos con desgarro como clara de huevo. Si al enfermo se le toma el pulso se lo encontraremos más rápido y la temperatura sube.

Todas las molestias anteriores, son la reacción del cuerpo frente a un virus, el agente infeccioso más pequeño que existe, y al cual los antibióticos no le hacen efecto. El virus del resfriado o gripe ataca más a las personas debilitadas y que sufren enfriamiento.


¿Cómo ayudar a un enfermo de resfriado o gripe?

Medidas

1) Que guarde reposo, en lo posible en cama, eso le ayuda a calmar los dolores del cuerpo, huesos y cabeza y evita que se canse o se enfríe.

2) Que tome mucho líquido, especialmente agua. Que coma sólo si tiene hambre. A los niños hay que darle comida si la piden, no obligarlos; ofrecerles siempre leche de pecho.

El agua que se toma limpia el cuerpo, hace que se boten los venenos y el calor, gracias a la orina y la transpiración. No hay que obligar al enfermo a que coma, si tiene hambre, darle sólo comidas livianas (fideos, a­rroz, huevos cocidos, carne flaca).

3) Hay que respetar la fiebre, pues ayuda a matar el virus. La fiebre produce decai­miento y sueño. Si a los niños se les baja la fiebre, se sienten aparentemente mejor, salen a jugar, se aso­lean, se mojan o se cansan, y ahí pueden venir las complicaciones.


Recuerde, la fiebre no es mala, ayuda a matar microbios

Pero si la fiebre molesta mucho, ¿Cómo se puede aliviar?

a.‑ Dar agua a tomar, porque el enfermo con bastante líquido dentro del cuerpo podrá transpirar y así botar calor. Solamente los enfermos deshidratados o secos pueden tener temperaturas peligrosas (más de 40,5 gra­dos).

b.‑ Ventilar el cuerpo quitando ropa.

c.‑ Humedecer con agua la frente, el cuello y la guatita del enfermo, hasta que se sienta más fresco y aliviado.
4) Respetar la tos, ella ayuda a botar la flema. La flema saldrá más fácil si el paciente ha tomado bastante agua, porque así no estará espesa. Cuando la tos es seca, o sea, cuando el enfermo no bota flema, conviene calmar la tos con medidas naturales como una cucharada de miel con unas gotas de vinagre o limón, aguas de hierbas para la tos o algún remedio de farmacia.

La tos ronca ‘perruna’ y la tos con silbido asmático se estudiará más adelante, ellas tienen tratamiento específi­co.

5) La nariz tapada molesta mucho a los niños pequeños, sobre todo cuando se van a alimentar. Se debe destapar la nariz con agua con sal, (250 m.l. de agua hervida con 1 tapa de lápiz bic de sal) hacerlo sacar los mocos que están a la vista con palitos de algodón o sonar a los niños con la mano.

6) Antigripales: Son medicamentos que quitan todas las molestias congestión, fiebre, secreción de mucosidad, tos; recorde­mos no usarlos porque esos síntomas matan los virus.

7) No usar antibióticos para el resfrío-gripe, ya que al virus no le pasa nada, al virus lo vencen las defensas del cuerpo.


¿Cuánto debe durar un resfríado-gripe?

El resfrío bien cuidado dura tres días y la gripe cuatro. Todos los días, a partir del segundo el enfermo va mejorando y esta evolución en que van disminuyendo las molestias es la mejor muestra de que se trata sólo de infección viral respiratoria. Cuando, en cambio, la fiebre se mantiene alta o las molestias van aumentando es señal de que se trata de otras enfermedades, como por ejemplo: Bronconeumonía, Infección Urinaria, Tifoidea o Tuberculosis. En cualquier caso, si al tercer día, contando la tarde en que se inicia las molestias como primer día del resfriado o gripe, la fiebre y los malestares tienden a mantenerse o aumentar se debe consultar a un profesional porque puede ser resfriado o gripe complicados u otra enfermedad.

Hacer un registro, por la mañana y por la tarde a la misma hora, en un gráfico ayuda a evolucionar bien al enfermo.



Temperatura mañana Temperatura tarde
Dia 1


Día 2


Dia 3


Dia 4



Complicaciones del resfrío-gripe

Las complicaciones, pueden ser por irritación del árbol respiratorio que puede llevar a sangramiento u obstrucción, o por sobre infección bacteriana.


a. Complicaciones por irritación u obstrucción.

1. Sangramiento de la nariz.

En la casa de deben tomar varias medidas:

Echar la cabeza para atrás y paños fríos en la frente, apretar la aleta de la nariz contra el tabique durante 5 minutos.

Si lo anterior no es suficiente, tapar la fosa nasal sangrante con un poco de algodón en forma de huso del tamaño y forma del dedo gordo de la mano; se puede lubricar con vaselina. El tapón se introduce en la nariz con un instrumento romo (termómetro) y se deja 6 horas, luego se retira y si aún sangra se debe consultar médico.

2. Obstrucción laríngea. En los niños el resfrío-gripe puede producir inflamación excesiva de las cuerdas vocales que se ubican en la laringe o manzana de Adán. Cuando esto se produce el niño tiene voz y tos ronca o ‘perruna’, acompañada de una especie de gallito o estridor laríngeo al tomar el aire. Cuando esto sucede, la madre debe poner al niño a respirar vapor de agua, sea en el baño con la ducha caliente o a distancia apropiada, aspirando el chorro de vapor de una tetera con agua hirviendo y hojas de eucaliptus (ojo con las quemaduras); esta técnica permite relajar las cuerdas vocales que presentan espasmos.

Generalmente, al respirar vapor de agua, la tos y dificultad respiratoria desaparecen. A veces sucede que la obstrucción laríngea se hace más intensa; entonces es indicación de buscar urgentemente ayuda profesional.

3. Obstrucción Bronquial. Especialmente en niños pequeños la inflamación de los bronquios, tubitos por donde pasa el aire, puede hacerlos muy estrechos y producirse obstrucción. El niño tendrá que respirar más rápido y hacer también esfuerzo para respirar. Si le colocamos la oreja nuestra en la espalda del niño, escucharemos silbidos, esta complicación se da más en niños. Se parece mucho al asma, pero en el caso de los resfriados y gripe la obstrucción es pasajera.

La obstrucción bronquial, es una de las causas de tos que tiene alivio completo con medicamentos para inhalar como el salbutamol.


b. Complicaciones bacterianas del resfriado-gripe.

El virus que ataca al árbol respiratorio debilita a las membranas de los ojos, nariz, garganta, laringe, tráquea, bronquios y alvéolos o sacos aéreos del pulmón.

Si el resfriado-gripe encuentra al individuo con las defensas bajas o este no cuida la enfermedad viral respiratoria como debe ser, otros microrgansmos llamados bacterias pueden atacar la misma zona y producirse una complicación de tipo purulenta y así las secreciones se ponen amarillo-verde, lo que refleja que muchos glóbulos blancos han entrado a combatir la bacteria. En el caso de las complicaciones purulentas del resfriado-gripe existen los antibióticos como apoyo a las defensas de la persona.


1. Conjuntivitis purulenta.

El ojo comienza a lagrimear se pone rojo y amanece pegado por la mañana. Se debe lavar con agua cocida fría y aplicar pomada oftálmica de cloranfenicol 4 veces por 2 días. Si no mejora a las 24 horas o si aparece una nube en el ojo, se debe consultar médico.


2. Rinosinusitis.

Los mocos se ponen de color amarillo verdoso. Generalmente basta el pañuelo para limpiar las fosas nasales. Hay que recordar que en la evolución normal del resfrío aparece rinorrea purulenta durante las mañanas o al estornudar; la sospecha de sobreinfección bacteriana, lo cual requiere antibiótico, se da cuando al 5º día de evolución el enfermo presenta rinorrea purulenta abundante durante todo el día.


3. Otitis purulenta del oido medio.

El dolor de oído se hace intenso y este se alivia al reventar y salir la pus hacia afuera, quedando la persona con pérdida de la audición por un tiempo. El tratamiento es el antibiótico de acuerdo a indicación médica.
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Cuando se ha producido ruptura del tímpano por la otitis purulenta, hay que evitar, por muchas semanas, hasta que cierre la perforación, la entrada de agua al oído cuando la persona se lave la cabeza o se bañe.

Hay también una otitis externa o del conducto auditivo, que da dolor pero que no produce sordera ni salida de pus. Esta otitis muchas veces es producida por usar aplicadores para limpiar oídos. Cosa que no se debe hacer, pues el cerumen en la gran mayoría de la gente sale sólo y cuando esto no sucede debe limpiarlo con chorro de agua una persona entendida.


4. Amigdalitis purulenta.

El dolor de garganta del refrío-gripe no dura más de 24 horas. Cuando se prolonga más tiempo es señal de complicación por invasión bacteriana de las amígdalas y entonces al examinar la garganta se aprecia no sólo amígdalas rojas, sino puntos blancos de pus y debajo de la mandíbula inferior aparecen ganglios o porotos, todo lo anterior se acompaña de fiebre alta. La amigdalitis pultácea también puede producirse directamente no como complicación de resfriado-gripe; pero en cualquier caso se necesita recurrir al médico para que de un tratamiento con antibiótico.

5. Bronquitis purulenta.

La bronquitis se presenta generalmente en los niños y se caracteriza por la aparición de tos con flema verde (pollos), fiebre y ronquido de pecho. La tos tiene bastante duración, cuando esto ocurre se debe recurrir al médico porque necesita tratamiento con antibióticos.



6. Bronconeumonía - Neumonía.

La bacteria ataca las bolsas de aire del pulmón y estas se llenan de líquido. Se sospecha bronconeumonía o neumonía cuando

- La persona tiene un resfriado y de pronto la fiebre sube con escalofrío, el enfermo se agrava y no quiere comer.

- Si es niño, se escucha un quejido, si es adulto, este se queja de puntada a un costado.

- El enfermo respira más rápido. En los niños pequeños además se le hunde el pecho y le aletea la nariz.

- La tos y la secreción puede ser más intensa con mayor expectoración, la flema (pollo) es de color verde - amarillo.

En el caso de la bronconeumonía o neumonía, siempre se debe buscar ayuda profesional porque es una enfermedad grave.




Tuberculosis TBC.

La tuberculosis es una enfermedad que se presenta como un resfriado pegado. La persona decae, adelgaza, pierde las fuerzas para trabajar, tose mucho, a veces tiene fiebre por las tardes y bota flema verde espesa. Cuando se sospecha tuberculosis se debe echar la flema del enfermo en frasquitos (examen BK) por dos días seguidos. Se envía al hospital más cercano para su análisis. Cuando se tiene tos por un mes hacer el examen BK