domingo, 14 de junio de 2009

Gripe Porcina: la fiebre, un gran antiviral.

Injustamente ha sido combatida la fiebre. El libro de pediatría de Meneghello, el más internacional sobre temas médicos editado por algún chileno, dice en la tercera edición, página 479: “teóricamente la fiebre ni debería bajarse, porque probablemente es ella misma la que autoelimina muchas veces infecciones, sobre todo víricas”. Anteriormente el mismo texto expresa: “... para el médico, la fiebre es en primer lugar una voz de alerta de la existencia de enfermedad….. señal de buen pronóstico en muchas enfermedades y seguramente real agente terapéutico en otras. No se ha podido demostrar que la fiebre aún alta, sea capaz de dañar ningún tejido”.

En un artículo de la Revista de Pediatría Norteamericana (Kluger M.., I. Pediatrics, 1980,66:720-724) se plantea que en la fiebre "muchos componentes de las respuestas inespecíficas del huésped a la infeción tales como la movilidad leucocitaria, transformación del linfocito y efectos del interferón, parecen estar relacionadas con la elevación de temperatura que corresponde a la fiebre moderada" y anteriormente dice que "estudios con animales infectados con bacterias y virus han demostrado, que las fiebres moderadas elevan las tasas de sobrevida".

Para los autores anteriores, la fiebre no sería un enemigo, sino un estimulador de las defensas. Por lo demás con sus calofríos el organismo hace un gran esfuerzo para producirla. Sin embargo algunos la combaten porque, supuestamente, quieren evitar la convulsión febril; pero citando de nuevo a Meneghello leemos que "la fiebre es capaz de dar-sobre todo en el ascenso inicial-, convulsiones simples en los niños susceptibles a ellas, pero las convulsiones simples no son peligrosas, sencillamente porque, por definición, son fugaces y además no es usual que se repitan en la misma enfermedad". Si las convulsiones febriles se producen sobre todo en el ascenso inicial no tendría sentido bajar la fiebre para que no se produzca la convulsión, si la fiebre está alta, la convulsión no se produjo y, si se baja, corremos el riesgo de que vuelva a subir y allí sí tener una convulsión.

A los datos bibliográficos debemos agregar, en defensa de la fiebre, una reflexión de sentido común y que las madres entienden con toda facilidad. El paciente con fiebre sufre un decaimiento y en el caso del niño éste busca espontáneamente el reposo, incluso en cama, lo cual es un hecho favorable para la enfermedad; si bajamos la fiebre provocamos una falsa sensación de mejoría y de bienestar, ilusoria pues el antipirético no es enemigo de virus sino, según Kluger, amigo del virus, y el paciente tiende a estar levantado y si es niño a salir al patio para cansarse, mojarse o asolearse, corriendo así el riesgos de presentar una complicación bacteriana como es la bronconeumonia. La fiebre peligrosa o Hipertemia,(sobre 41,5º), se da sólo en niños deshidratados que no tienen agua para eliminar calor mediante la sudoración.

La conducta ante la fiebre debiera ser de respeto y hidratación; en el caso de malestar, ventilar y ayudar a bajar un poquito el calor aplicando en la piel compresas con agua ‘deshumedecida’ como decian nuestras abuelas.

En clínica médica siempre se ha considerado prudente respetar el signo temperatura para poder observar la evolución de la enfermedad. En el caso de la fiebre de los resfrios y gripes esto es aún más importante, pues en el curso de esa enfermedad la temperatura tenderá a descender espontáneamente, si la evolución es normal; un curso descendente interrumpido por una alza es una señal importante de la aparición de una complicación bacteriana, como es la neumonia y que requiere un cambio de conducta. Si estamos usando antipiréticos, perdemos un signo que anuncia una complicación.

Entonces, si todo es tan claro, porque los médicos bajan la fiebre. En mi opinión por dejarnos llevar por la cultura hedonistica que considera el dolor como el mal, cuando sólo es una reacción frente a él; apagar la reacción, facilita el avance del agresor y hoy dia, nada menos que un nuevo virus amenaza, el de la gripe porcina, el H1N1; lleva ya decenas de muertos…. ¿no será por bajar la fiebre?.

Y que hacer con el malestar de la gripe dirán muchos hedonísticos. Hace años tuve una gripe influenza, el dolor desaparecio sin tomar ningún analgésico, despues de los calofrios me quede dormido por 4 días, despertaba a ratos para tomar limonada o algún caldito y seguia durmiendo. Al quinto dia me levanté habiendo bajado más de 2 kilos y haberme sentido la nada misma, experiencia religiosa que vale la pena vivir cada cada cierto tiempo. En otra ocasión, la gripe de un hermano seguidor de Epicureo, me obligó a indicarle un analgésico que no baja la fiebre, el tramadol, para asi seguir el consejo del filosofo referido quien proclama: el "límite de la grandeza de los placeres es la eliminación de todo dolor…”; si usted pertenece a esa escuela espiritual, busquese un médico amigo para la formulación de dicho fármaco.



Miguel Angel Solar Silva

2 comentarios:

Gonzalo Salas O. dijo...

Es bueno el medicamento TAMIFLU que nos dan en el Hospital o la Clínica.

miguel angel solar dijo...

Gonzalo.

Los que venden el tamiflu dicen que hace efecto las primeras 48 horas pero en la evolución clínica de una gripe, el primer día de fiebre va precedido de un día de pródromos o minimos sintomas que a posteriori adquiren significado como inicio de la enfermedad. Ahora bien, si el tratamiento del primer día, plenamente sintomático, es solamente de reposo y líquidos y no se baja la fiebre con Antigripales o Aine- es decir no se quita la reacción defensiva que mata el virus- la fiebre baja sola al día siguiente, tercer dia de la enfermedad; el enfermo, al sentirse mejor, no consulta; llevo 30 años viendo ese curso natural de la enfermedad. Ahora bien ¿Que pasará si el dia 2,el enfermo se demora 6 horas buscando el antiviral, se enfria y además se inmunodeprime por anti-gripales?

Miguel A Solar